Fue allá por 1492 cuando Sus Excelencias los Reyes Católicos, Doña Isabel I de Castilla y Don Fernando de Aragón, terminaron aquella obra de cristianización de la Península Ibérica tras 800 años de “invasión” islámica con la Toma de la Ciudad de Granada el 2 de enero.
A su llegada vislumbraron que estas tierras de Andalucía Oriental estaban pobladas por habitantes con una cultura, religión, sistema de vida y costumbres diferentes a las cristianas propias de tierras castellanas y aragonesas, una sociedad cuyo carácter e idiosincrasia los hacía únicos ya que no eran musulmanes como los de la Península Arábica o ni siquiera como los del Norte de África, sino musulmanes de la Hispania Romana, de esta tierra que ha tenido y bebido de numerosas influencias culturales a los largo de la historia humana.
Pero hemos de decir que, la labor prioritaria de Los Reyes Católicos y la propia Iglesia era la de anunciar a Cristo y Su Salvación, además de recuperar aquellas que se les arrebató a los cristianos.
En este contexto del Reino Nazarí de Granada y con una sociedad completamente islámica empieza a tener lugar esa labor de Evangelización.
Aunque en esta labor del Anuncio de Cristo que ellos querían llevar adelante se encontraron tanto con situaciones positivas como negativas. Entre las negativas se encuentra en que los habitantes de Granada veían a los cristianos y Reyes Católicos como usurpadores que venían a arrebatarles su vida; pero a la vez los cristianos encontraron unos puntos en común que les podrían ayudar a llevarlos a Cristo a nivel de Fe y Doctrina, aunque no coincidieran del todo en ellos.
Estos puntos nos los describe Jerónimo Münzer en su relato del “Viaje por España y Portugal” que realizó entre 1494 y 1495. Jerónimo puntualiza y destaca en primer lugar el monoteísmo, pero con negación de la Santísima Trinidad y del atributo divino del Padre.
Jesús, para ellos, nació de la Virgen María, aunque simplemente como Hombre y negando su muerte, ya que por su bondad no era digno de morir.
El Paraíso y el Cielo, era otro de los puntos, pero eso sí, para ellos estaba basado en los placeres terrenales, aunque ahí ubican a Cristo que en su día vendría a dar muerte al Anticristo.
El cumplimiento de la limosna y el ayuno, así como la observancia de las oraciones, pero sin los Sacramentos.
Y la aceptación de la Virgen María como una de las personas más importantes en la Fe y en otros santos como Santa Catalina y San Juan.
Arquitectura y devoción
Ante estos hechos, la Iglesia Catedral de Granada nació el 21 de mayo de 1492 en la que hoy es la Iglesia de Santa María de la Alhambra y donde se situaba la mezquita mayor de la Ciudad de la Alhambra. Esta Iglesia Catedral se consagró bajo el título de “Santa María de la Encarnación”, finalmente convertida en sede metropolitana el 10 de diciembre de ese mismo año.
Para los propios Reyes Católicos la Iglesia era fundamental en el Estado que estaban fundando y en la sociedad debido a que consideraban a Cristo esencial en la vida de todos y Él tenía que configurar a todo el ser humano (Estado, sociedad, religión, vida personal). Esto les llevó, auspiciados por aquellos puntos comunes con la fe islámica, a consagrar iglesia y templos bajo el nombre del Misterio de la Encarnación del Hijo de Dios, sin el cual, ellos pensaban, que no tendría sentido nada por el hecho de que la Maternidad Divina de María y que el mismo Hijo de Dios se hiciera hombre, claves y centrales para el nuevo Estado cuya cabeza estaba en Granada.
Con estas acciones, Doña Isabel y Don Fernando pretendieron instaurar la Nueva Jerusalén en esta ciudad nazarí, auspiciados por la Teología del Arte Gótico de la que beben.
Así, junto con la Iglesia Catedral en la Alhambra, fundan sobre antiguas mezquitas numerosas iglesias entre las que destacamos la de San Juan de los Reyes, San Pedro y San Pablo, San Miguel y San Nicolás. Aunque las más importantes fueron San Juan de los Reyes, la de Los Mártires (templo que fue erigido en el lugar donde los cristianos estuvieron cautivos durante el reinado islámico), y la de San Gregorio Bético.
Iglesia de San Juan de los Reyes. (Barrio del Albaicín)
La Iglesia de San Juan de Reyes fue la primera iglesia consagrada a la llegada de los Reyes a la ciudad, siendo de particular importancia ya que ella fue erigida en la Mezquita Ataibin o la denominada de Los Conversos (donde realizaban el culto aquellos musulmanes que se habían convertido del cristianismo). Allí se celebró la primera Eucaristía tras la toma de la ciudad, y se consagró a los Santos Juanes (San Juan Bautista y San Juan Evangelista) de los cuales los mismos monarcas eran devotos.
Erigida como parroquia en 1502, al principio se respetó la arquitectura islámica en todo su conjunto, pero en 1520 se derribó para construir un nuevo templo propiamente cristiano, aunque se conservó el alminar.
Esta nueva iglesia se construyó bajo las directrices estéticas propia del momento donde el arte hispanomusulmán influyó en la estética cristiana dando lugar al Mudéjar. Aunque en este templo confluyen también el Barroco siendo un claro ejemplo de integración arquitectónica. El alminar que fue construido en el s. XIII y el que aún conserva la decoración de lazo y los paños de sebka con inscripciones cúficas policromadas.
El nuevo templo consta de dos fachadas, siendo la principal la que concurre hacia una pequeña plaza, y en la que podemos destacar un arco apuntado liso sobre le que se encuentra una hornacina; la segunda fachada ha tenido numerosas transformaciones, para acabar con una portada gótica realizada en el s. XIX junto con otros añadidos de ese mismo siglo.
La planta de la iglesia consta de tres naves, una principal y dos laterales, separadas por seis arcos apuntados, y una capilla mayor que a su vez se separa de la nave principal por otro arco apuntado. Las naves están cubiertas por armaduras de diferentes tipos, de tal modo que la principal contiene una armadura de par y nudillo con tirantes de lazo, y las laterales, armaduras de colgadizo.
Por último, de esta iglesia debemos mencionar una de las principales obras de patrimonio mueble que regenta, una pintura del s. XV donde aparecen la Virgen de las Angustias con los Reyes Católicos arrodillados ante ella junto con los Santos Juanes.
Actualmente está bajo el amparo de la Hermandad del Santo Vía Crucis, además fue declarada por la Junta de Andalucía como Bien de Interés Cultural con la categoría de monumento.
Carmen de los Mártires
En el año 1492 la Reina Isabel fundó la ermita de los Santos Mártires en el lugar donde fueron martirizados y cautivos algunos cristianos bajo dominio musulmán, denominándose por esta razón “El Corral de los cautivos”.
Cuenta una leyenda que el rey nazarí de Granada, Boabdil, salió por las puertas de Los Siete Suelos de la Alhambra y atravesó este Corral para entregarle las llaves de la ciudad a los Reyes Católicos. Tras este hecho Isabel construyó dicha ermita, auspiciando la devoción a estos grandes hombres y mujeres que fueron prisioneros por defender su Fe en Cristo.
Este lugar, ya en 1573 y bajo el reinado de Felipe II, fue cedido a la orden de los Carmelitas Descalzos, que llegaron a contribuir al embellecimiento del lugar con numerosas construcciones y plantaciones, de las cuales algunas nos han llegado hasta hoy.
Actualmente el lugar está muy transformado y de la primitiva ermita no queda prácticamente nada, pero es uno de los reductos más hermosos y bellos de la ciudad de Granada que fue fomentado por los cristianos en honor a sus hermanos.
Devoción particular de la Reina Isabel y su influencia.
Fray Hernando de Talavera también propagó numerosas estampas e imágenes para propagar la Fe en medio de un pueblo prioritariamente musulmán, aunque también empezaron a proliferar las imágenes “de bulto redondo” ya desde 1500, imágenes que era de grandes dimensiones y que mayormente representaban a la Virgen María o alguno de los Santos ya mencionados anteriormente, como San Juan, San Juan Bautista o Santiago Apóstol.
Estas primeras imágenes en la Ciudad de Granada tenían su origen y estímulo en las devociones e imágenes sagradas del ente castellano, destacando así, la devoción a Nuestra Señora de las Angustias o la Vera Cruz, comenzando así la tradición pasionista en la ciudad granadina, propiciando la creación de las primeras cofradías y hermandades antes incluso de las directrices del Concilio de Trento. Aunque también las propias vivencias particulares de la Sierva de Dios Isabel la católica son el origen de grandes devociones en la capital del reino nazarí.
De la devoción particular de la Reina Isabel destacamos “La Virgen con el Cristo de Piedad” de Hans Memling realizada en 1475 y el Tríptico de “El Descendimiento” de Dierik Bouts, obras de la Escuela Flamenca y que se encuentran en el Museo de la Capilla Real de Granada.
De entre los autores, cuyas obras poseía Doña Isabel, destacamos a Hans Memling. Hans es un pintor flamenco de origen alemán, concretamente de la ciudad de Colonia en la que se formó en el taller de Stefan Lochner, pero pronto se trasladó a los Países Bajos donde viviría la mayor parte de sus días y en donde desarrolló su obra artística. A su llegada a este país flamenco vivió junto con Rogier Van der Weyden hasta 1464 para establecerse definitivamente en Brujas a petición de la colonia italiana que allí se encontraba para prestarles sus servicios como artista, aunque sus obras no solo tuvieron clientela local, sino también internacional como la propia Monarquía castellana.
Pintor que es considerado como uno de los grandes maestros de la pintura flamenca tanto por su estilo como por su técnica. En sus obras hay influencia de Van der Weyden como el formalismo en las posturas de los personajes, las fórmulas de los retratos, el sentido de la luz, de la fiel ejecución, el propio color, la imitación de los objetos, así como la atención hacia el paisaje y la naturaleza, creando un estilo muy personal buscando el equilibrio y la integración de los personajes en el entorno donde los sitúa, buscando, a su vez, depurar las formas y las emociones con la intención de crear armonía.
El otro artista que hemos mencionado es Dierik Bouts. Pintor de origen holandés, originario de la ciudad de Haarlem, aunque establecido en Lovaina, y cuya formación aparece en la penumbra, pero con influencias tanto de Van der Weyden como de Van Eyck. De estos autores aprende el uso de la luz como elemento unitario, la humanización de los personajes, el tratamiento detallado de las telas y pelo, además de elementos arquitectónicos. Pero una de las características propias de él es la individualización en las escenas de los personajes de tal manera que los aísla para hacer ver sus deseos de meditación y recogimiento individual propia de la corriente espiritual de su época como fue la “Devotio Moderna”.
De modo que, estas primeras imágenes, traídas por los propios Reyes y la Iglesia, junto con la vida sacramental y la predicación fueron el medio evangelizar y de propiciación a la Fe de Cristo en medio del musulmán y que aún llega hasta nuestros días.
Bibliografía:
- “Arquitectura Religiosa Mudéjar de la Costa de Granada”. Rodríguez Sánchez, Raul. Trabajo Final de Máster. Universidad de Granada, 2019.
- “Viaje por España y Portugal (1494-1495)”. Jerónimo Münzer. Edit. Facsimil.
- “La Iglesia de San Juan de los Reyes”. Alfonso Valenzuela Entrada. Revista “Andalucía en la Historia, Año 1, Nº2), 2003.
- “Primeras devociones en La Granada conquistada por los Reyes Católicos: La tradición cristiano-vieja”. López-Guadalupe Muñoz, Miguel Luis. Universidad de Granada, 2016.
- “Razón y Función de la Imagen Religiosa. Sobre los orígenes de la escultura procesional en Granada”. López-Guadalupe Muñóz, Juan Jesus. Compendio histórico-artístico sobre Semana Santa: Ritos, tradiciones y devociones.,2017.
- Información académica del Museo del Prado.
- juntadeandalucia.es
- Historiadelartemalaga-uma.es
- guiasgranada.com
- genteeel-home.com
- blogspot.com
- Imágenes procedentes del Museo de la Catedral de Burgos, de la Capilla Real de Granada y de las webs mencionadas anteriormente.