La peste del siglo XIV, también conocida como peste negra, fue una de las pandemias que más afectó a la población del continente europeo afectando en diversos ámbitos de la vida cotidiana. Por este motivo, en estas líneas nos centraremos brevemente en el mundo de la cultura, el arte y la religiosidad.

Hoy en día en relación a los hechos que están aconteciendo a lo largo de este año vemos noticias que hablan de virus, enfermedades, casos de contagios y todo lo que esto incluye. Pero, nos hemos puesto a pensar cómo era esto en tiempos pasados y cómo afectaba a las personas.

Allá por el siglo XIV, concretamente entre 1347 y 1353, el continente europeo se vio afectado en gran medida por un brote de Peste Negra que afectó a todo el territorio, desde el Mediterráneo hasta los Países Escandinavos. Sabemos a ciencia cierta cómo esto pudo llegar al continente, además conocemos varios puntos de entrada por los que la enfermedad entró y comenzó a expandirse.

En el caso del mundo Mediterráneo sabemos que la peste entró en la península itálica a través de la isla de Sicilia y mediante el comercio y los movimiento migratorios se expandiría por Italia. En el caso de la Península Ibérica, España y Portugal, se encuentran varios puntos de entrada, en aquel entonces mediante el comercio marítimo, en las cargas irían pulgas y ratas que actuaría como transmisores de esta enfermedad, por tanto, las ciudades portuarias como Barcelona o Valencia serían las primeras en ser afectadas. Por otra parte, el norte peninsular se vería afectado por los peregrinos que hacían el Camino de Santiago, estos peregrinos estarían contagiados y mediante su paso actuarían como transmisores en el norte peninsular y posteriormente en Galicia; zona a partir de la cual la peste entraría en el norte de Portugal.

La peste afectó a la salud de las personas con una alta tasa de mortalidad. Además de numerosos efectos como la inflamación de ganglios del sistema linfático en diversas partes del cuerpo. gfhfdghdfgEstas inflamaciones recibían el nombre de bultos o bubas -nombre por el que recibe el nombre de Peste Bubónica- y aparecían en axilas, brazos e ingles que se solían cortar y esto producía septicemia o muerte por desangrado. También, existen otros tipos de pestes como la peste pulmonar que hacía que las bubas aparecieran en los pulmones, esto anegaba la entrada de aire en los pulmones produciendo la muerte.

Figura 1: médico sajando bubones a paciente

Como vemos, una de las causas a tratar fueron los gravísimos problemas sanitarios y cómo esto afectó en gran medida a las personas. En el aspecto sociocultural atendemos a la manifestación de los pensamientos del momento en proyecciones artísticas o en el aspecto sagrado.

En el mundo artístico, entre pintura y danzas podríamos destacar la aparición de los tópicos siniestros que hacen referencia a la muerte. Por esto no es de extrañar que aparezcan obras artísticas en las que aparezcan calaveras y esqueletos danzando que acogen a todos, desde el monarca hasta el anciano pasando por el bebé recién nacido. También, sabiendo esto en el norte de la Península Ibérica, en las regiones que hoy conforman País Vasco y Navarra, se produjeron las llamadas Danzas Macabras o Danzas de la Muerte que simbolizaban el camino que todos recorreríamos en tiempos de peste.

Figura 2: Janez de Kastav, Danza Macabra de la Iglesia de Hrostovlje (Eslovenia), 1480.

En el mundo literario encontramos la aparición de tópicos literarios que hacen referencia a la fugacidad del tiempo y cómo la vida se escapa de nuestras manos, esto se conoce como Tempus Fugit. Otro de los puntos a tener en cuenta la aparición de uno de los tópicos más reseñados, Carpe Diem disfrutar de la vida ante la fugacidad de las cosas porque lo que importa es la vida terrenal, no hay una vida después de la muerte como se dice en las Sagradas Escrituras. Seguidamente tenemos la aparición de otro de los tópicos literarios que se conoce como Ubi Sunt que hace la pregunta de ¿Dónde están? o ¿Dónde fueron? preguntando dónde están todos aquellos que murieron por la peste. Tenemos obras que tratan estos temas como la nostalgia o invitan a vivir la vida ante la fugacidad de esta.

En el aspecto religioso encontramos varios temas a tratar que son de gran relevancia histórica. No obstante, para resumir hemos de mencionar que durante el siglo XIV y en parte por la incidencia de la peste, el Papado se trasladó de Roma a Aviñón en Francia. En este periodo se produjeron varios concilios y varios hechos que trataron de reafirmar el poder del papado frente a los monarcas. Pero una de las figuras que más nos podría interesar es Clemente V pues fue uno de los papas que describió a la Peste como un castigo celestial por culpa de habernos desviado del camino de Dios.

Dentro del mundo espiritual surgen nuevos paradigmas que se desviarían de los caminos tradicionales. Con todo esto, queremos destacar la proyección artística de santería, es decir, los santos como protectores e interventores ante lo divino. Por este motivo, podemos encontrar textos que hacen referencia a santos como la obra llamada Vita santi Rochi una hagiografía que habla sobre San Roque y su historia respecto a la peste. No obstante, en estos tiempos apareció culto a otros santos como fueron San Cristóbal o San Lázaro.

-San Roque, fue el santo al que rezaba tradicionalmente para hacer frente a la peste, esto duraría con todos los brotes de peste que se producirían a lo largo de los siglos venideros. La imagen de este santo va siempre acompañada de un perro y con una pierna al descubierto mostrando llagas o úlceras sobre la piel que son el resultado de haber pasado la peste. (Ver figura 3)

Figura 3: San Roque de Francisco Ribalta, 1625.
Figura 3: San Roque de Francisco Ribalta, 1625.

– San Lázaro, santo venerado principalmente como protector de los leprosos y posteriormente de otras enfermedades infecciosas. Por este motivo y haciendo referencia al urbanismo de las ciudades, encontramos construcciones que se denominan lazaretos, lugares donde se cuidaría enfermos con enfermedades infecciosas.

-San Cristóbal, patrón de los viajeros, se le solía evocar como modo de protección para mantenerse alejados de la enfermedad. A modo de amuleto, los viajeros solían portar medallas, insignias o incluso ropas con los grabados del santo. (Ver figura 4)

Figura 4: San Cristóbal portando a Jesús, José de Ribera, siglo XVII

Finalmente hemos de decir que la peste del siglo XIV afectó en muchos ámbitos de la vida de las personas del momento, centrándonos en estas líneas en el mundo cultural y religioso de manera muy breve. Es cierto que todavía dejamos cosas por contar, por ejemplo, los remedios aplicados por médicos y sanitarios o cómo se vería esto mismo en los siglos venideros, pero todo eso ya es objeto de mención en próximos artículos.

 

Bibliografía empleada:

Benedictow, O, J, La peste negra, 1346-1353: la historia completa, 2011.

Pérez Morera, J, “San Roque, la peste y el comercio de ultramar” en Arte en Canarias: del gótico al manierismo, (2008), p, 245-246.

Consultas:

National Geographic (peste negra)

ucm.es ( iconografía medieval)

Artículo realizado por Javier Muñoz Miguel, graduado en Historia por la UCM.

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