Poca gente sabe sobre la importancia de la Iglesia Católica y la acción que esta realiza en pro de la libertad y la paz en el escenario internacional. A lo largo de estas líneas conoceremos un poco más a fondo el por qué es posible que la intercesión de esta gran comunidad de cristianos y sus instituciones permiten favorecer un clima de paz, prosperidad e igualdad de oportunidades entre todos los pobladores del planeta.

UN POCO DE HISTORIA

Hace aproximadamente 2000 años, Dios Padre envió a la tierra a su hijo Jesucristo, concebido por medio del Espíritu Santo, Nacido de la Virgen María, esta figura es la más importante del cristianismo y una de las más influyentes de la historia, predicador que vivió en las regiones de Galilea y Judea, siendo crucificado, muerto y sepultado a los 33 años, durante el mandato de Poncio Pilato.

En Apocalipsis 21;14, (antiguo testamento) de la Biblia (conjunto de libros que reflejan la relación de Dios con la humanidad), se habla de los doce cimientos del muro de Nueva Jerusalén haciendo alusión a que estos llevarán los nombres de los doce apóstoles, sus más importantes discípulos.

Esos hombres serían Pedro, Santiago, Juan, Andrés, Bartolomé, Santiago, el menor, Judas Iscariote, Judas Tadeo, Mateo, Felipe, Simón y Tomás, y serían, junto con Jesús la primera manifestación conocida del cristianismo hasta nuestros días.

La Iglesia actual considera que los Obispos son los sucesores de los apóstoles de Jesús y el Papa, el único sucesor de Pedro, De hecho, la leyenda cristiana atribuye al encuentro de este con Jesús a su salida de Roma huyendo del Emperador Nerón en el año 64. Cuando al verlo Pedro, le pregunta “Quo vadis Domine? (A dónde vas, Señor), a lo que Jesús contesta, “voy hacia Roma, para ser crucificado de nuevo”, y es cuando Pedro, al ser avergonzado de su actitud, vuelve a Roma para continuar con sus acciones finalmente siendo crucificado cabeza abajo. En este lugar se levanta hoy en día la Basílica de San Pedro y en la cripta reposan sus restos. De hecho, en un nivel inferior a las grutas vaticanas están las catacumbas, visitables en parte, que dan cuenta de estos acontecimientos.

Jesús nombró a Pedro como líder de la Iglesia bajo la prominente frase de “Tú eres Pedro y sobre esta piedra edificarás mi Iglesia y el poder de la muerte no ella. Yo te daré las llaves del Reino de los Cielos. Todo lo que ates en la tierra, quedará atado en el cielo, y todo lo que desates en la tierra, quedará desatado en el cielo” (Mateo 16, 18-19).

Más allá de los primeros años, el cristianismo acabó extendiéndose por todo el imperio romano inicial, a pesar de los conflictos con el estado pagano que había establecido, haciendo que este acabara legalizándose bajo el mandato de Constantino I, e imponiéndose en el 380, bajo el mandato de Teodosio I, prevaleciendo hasta la caída del imperio romano de Occidente.

Con el Imperio Romano oriental, hasta la caída de Constantinopla, se celebraron siete concilios ecuménicos, (los cuales eran reuniones de los obispos para abordar importantes temas), habiéndose constituido cinco patriarcados (Roma, Constantinopla, Antioquía, Jerusalén y Alejandría).

El periodo que siguió, fue dominado por una lucha entre el cristianismo y el Islam en todo mediterráneo, debiendo hacer especial mención al siglo XI, donde comerciantes amlfitanos[1] fundaron en Jerusalén una orden religiosa católica para desarrollar acciones hospitalarias aunque posteriormente se extendió a ejercer labores militares contra los ejércitos musulmanes en el marco de las citadas cruzadas.

LA CREACIÓN DE LA ORDEN DE MALTA Y LOS ESTADOS PONTIFICIOS

Esta orden fundó en el año 1048 un hospital para peregrinos en Jerusalén, junto a la Iglesia del Santo Sepulcro, consagrándose el lugar a San Juan Bautista, es por ello por lo que el nombre de esta orden, de manera inicial llevaría el nombre de “Orden del Hospital de San Juan de Jerusalén”, recibiendo posteriormente el reconocimiento del Papa Pascual II.

Tras la primera cruzada, donde los cristianos conquistaron Jerusalén se creó un periodo de inseguridad, lo que hizo que la orden tuviera un papel mucho más beligerante.

En 1310, en la ciudad de Rodas, la Orden construyó sólidas fortificaciones, y en 1312, el Papa Clemente V designó a la citada Orden como heredera de los bienes de los Caballeros Templarios, abolidos por su mandato en el año 1312.

Ocho años después de haber salido de Rodas, Carlos I de España, cedió a la orden las islas de Malta, Gozo, Comino y Trípoli, para proteger al mediterráneo de la cruzada otomana, no siendo hasta 1798 cuando Napoleón Bonaparte ocupó la isla echando a la orden de sus territorios.

Hoy en día, esta 0rden es conocida como la Soberana Orden Militar y Hospitalaria de San Juan de Jerusalén, de Rodas y de Malta, y es, al igual que la Santa Sede, reconocida por las Naciones Unidas como sujeto de Derecho Internacional, teniendo su sede actual en Roma, Italia, y estando fuertemente unida a la Iglesia Católica, así como al papado.

En la historia, debemos hacer mención a que los periodos que sucederían a este están cargados de acontecimientos, entre ellos cabe hacer mención especial al fin de la reconquista cristiana de la Península Ibérica por los Reyes Católicos en al S.XV donde además se produjeron los descubrimientos de América por Cristóbal Colón, el renacimiento temprano y se inició una etapa dorada que permitiría entre otras cosas, la posterior evangelización de América en el siguiente siglo.

Posteriormente, en el S. XVI se produjeron nuevos acontecimientos que desencadenarían el presente tal y como lo conocemos; entre otros, el nacimiento de la religión anglicana, emancipada de la autoridad papal y puesta bajo las órdenes de la Corona inglesa, la ya comentada evangelización del continente americano, gracias a las exploraciones del “nuevo mundo” que realizarían España y Portugal, y otros acontecimientos a nivel europeo como el Saqueo de Roma, en donde, en 1527 el emperador Carlos I de España y V de Alemania invadió Roma y la Guardia Suiza tuvo un papel importante protegiendo al Papa Clemente VII logrando que se escapara por el Passeto di Borjo hasta el Castillo de Sant´Angelo. Precisamente sería en el S. XVI, cuando, bajo el papado de Sixto IV se firmó una alianza con la Confederación Suiza para que mercenarios suizos brindaran protección al Papa, creándose la Guardia Suiza el 21 de enero de 1506.

Los siglos posteriores estuvieron marcados por nuevos acontecimientos, como el auge del imperio otomano, y el fin de la dinastía de los Austrias (Habsburgo) en España, con la muerte el Rey Carlos II.

La mayoría de los conflictos europeos se debieron al intento de los Habsburgo por mantener su hegemonía y el predominio del catolicismo, esto fue sobre todo palpable en la Guerra de los 30 años, es aquí donde se consolida el protestantismo y la consolidación del poder por parte de los franceses. En esta época los europeos conocían ya la electricidad, el telescopio, el microscopio, el cálculo, la gravitación universal, las leyes del movimiento de Newton, la presión atmosférica y las máquinas de cálculo gracias al trabajo de los primeros científicos de la Revolución Científica.

Posteriormente, se dieron varios acontecimientos esenciales para comprender el mundo actual, entre ellos se encuentra la Primera Revolución Industrial, con el nacimiento de la Máquina de Vapor, la Independencia de los Estados Unidos de América o la Revolución Francesa.

Es a principios del S. XIX, cuando la península itálica se encontraba dividida en un conjunto de estados (el Reino Lombardo-Véneto, bajo el dominio austríaco; los Estados Pontificios; el Reino de Piamonte; el Reino de las Dos Sicilias, entre otros…), dichos territorios provenían de una organización feudal y con el nacimiento de la burguesía en el siglo anterior y ayudados por figuras tan prominentes como Giuseppe Garibaldi y Víctor Manuel II lograron unificarse bajo un proceso de orientación marxista en donde la aristocracia del norte y las clases mercantiles e industriales del sur lograron unirse bajo un único estado.

Estos se trataban de estados que estaban bajo la autoridad temporal del Papa, los cuales ocuparon bastos territorios al igual que otros estados de Italia, aquél intento de reunificar el Patrimonio de San Pedro, debido a los movimientos revolucionarios y la unificación italiana, quedaron reducidos al Lacio y existiendo hasta 1870, siendo finalmente disueltos el 20 de septiembre de 1900, con motivo del XXX aniversario de la ocupación de Roma sin embargo, la cuestión no quedaría finalmente solucionada hasta la firma de los Pactos de Letrán, firmados el 11 de febrero de 1929 entre el Cardenal Pietro Gasparini (en nombre del Papa Pio XI) y el primer ministro de Italia Benito Musolinni, en nombre del Rey Victor Manuel III.

EL ESTADO ACTUAL

Estos pactos, admiten reconocer a la sede del obispo de Roma, la Santa Sede, como un Estado Independiente dotado de facultades de autogobierno capaz de mantener relaciones diplomáticas con otros estados, reconociéndose como estado soberano (1er. Pacto de Letrán), además se fijaron las relaciones entre Iglesia y Estado (2.o Pacto de Letrán) y se reconoce el régimen de extraterritorialidad así como inmunidad fiscal para otros territorios, la mayoría comprendidos entre palacios apostólicos, nunciaturas, basílicas e institutos eclesiásticos (3er. Pacto de Letrán).

Es así como nace oficialmente el Estado de la Ciudad del Vaticano, que da sustrato territorial a la Santa Sede, este establecido en el lugar donde se haya la tumba de Pedro, ocupa 44 hectáreas y está rodeado por la ciudad de Roma, en Italia.

Dicho estado, está considerado como conjunto arquitectónico e histórico artístico, patrimonio de la humanidad por la UNESCO (Organización de la ONU para la Educación, Ciencia y Cultura), desde 1984, ya que entre sus museos se encuentran algunas de las obras más valiosas del mundo, entre ellas pinturas de Miguel Ángel que conforman los techos de la Capilla Sixtina, además de importantes cuadros que alberga la Pinacoteca Vaticana tales como “La Escuela de Atenas”, “La Transfiguración de Rafael” o “El descendimiento de la Cruz, de Caravaggio”. Tampoco se libran dichos museos de tener importantes piezas en escultura, como “Lacoonte y sus hijos” o el “Apolo del Belvedere”. No obstante, los museos no sólo se extienden a pintura o escultura, sino que también despuntan en extensas colecciones de arte egipcio, medieval, renacentista… conteniendo imponentes galerías como la Galería de los Mapas, o la de los Tapices, así como una importante colección de carruajes.

Más allá de los museos, la Ciudad es plenamente funcional, esta tiene un rotativo; L`Obsservatore Romano, una cadena de televisión que cuenta con la última tecnología 4k; Vatican Media así como una cadena de Radio, la cual tiene un centro emisor de Onda Corta en Santa María di Galeria, al norte de Roma, territorio que goza de extraterritorialidad.

Adicionalmente, tiene servicio de Correos (Poste Vaticane), supermercado (‘Spaccio dell’Annona’), farmacia, servicios sanitarios propios, cuerpo de bomberos, un aparcamiento, gasolineras, Gendarmería y el ya comentado pequeño ejército, la Guardia Suiza Pontificia. De los transportes, a pesar de que el pequeño estado cuenta con estación de tren, es el Estado Italiano el que normalmente cubre estos servicios por aire, con helicópteros y aviones puestos por la compañía de bandera; Alitalia.

En el sur de la ciudad de Roma, en un pequeño pueblo a las orillas del Lago Albano, se halla la localidad de Castel Gandolfo, en cuyo palacio se sitúa la residencia de verano del Papa, que también goza de derechos de extraterritorialidad.

Volviendo al Vaticano en sí, en esas escasas 44 hectáreas, gran parte compuestas por jardines con esculturas y fuentes que muestran eventos cristianos, como la Grotta di Lourdes, y una centena de fuentes monumentales donde se puede rezar y descansar con el silencio, en ese escaso territorio hay algunas construcciones como el Monasterio Mater Ecclesiae (vivienda del papa emérito), la Casina de Pio IV, un Tribunal Eclesiástico, la Residencia Santa Marta, un cementerio teutónico, la Limosnería Apostólica, el Edificio del IOR, Palacio Apostólico, el Palacio del Governatorato, otros tantos edificios administrativos, su propio código postal, servicio telefónico y dominio de internet (.va).

La Ciudad propiamente dicha está rodeada por los muros vaticanos, los cuales emanan del pontificado de León IV, extendiéndose durante el papado de Pio IV no obstante, la ciudad diez puntos de acceso, además de la conocida Plaza de San Pedro, en la que nos detendremos algo después. Estos puntos son la puerta de Bronce, al lado de la guarnición de la Guardia Suíza, el Arco de las Campanas, la entrada de los Museos Vaticanos, la Puerta de Santa Ana, la entrada de Sta, Marta, la de la Sala de Audiencias Pablo IV (que como curiosidad, está construida bajo suelo romano excepto el estrado donde se mueve el Papa), la Porta Petrusa (que está actualmente clausurada junto con otra entrada para vehículos en la otra punta de la ciudad y la de la guarnición de la Guardia Suiza, en el lateral de la Pza. de San Pedro), adicionalmente hay una entrada para ferrocarriles junto a la estación, que se abre a voluntad.

La Plaza de San Pedro con su obelisco central, que crea un gigantesco reloj de sol que muestra la hora del día y las estaciones del año, está rodeada por las Columnas de Bernini, el cual conserva una simetría que circunda la plaza adaptando la arquitectura a una figura humana donde la cúpula de San Pedro representa la cabeza y el citado columnado los brazos abiertos para recoger a los peregrinos. Además, la arquitectura es una obra de arte en sí misma, ya que comprende un efecto óptico, es decir, a pesar de que está conformado por tres filas de columnas, si un observador se sitúa sobre el centro de la plaza, concretamente insertándose en el “Centro del Colonnato”, el cual está marcado en el suelo, sólo verá una fila de columnas (Quedando las otras dos ocultadas por esta primera fila), efecto que se rompe al salirse del citado círculo.

A los lados de esta plaza hay dos hermosas fuentes del S.XVII y enfrente de la misma, en el lado opuesto a la Via della Conciliazione, la Basílica de San Pedro, la basílica más grande del mundo, lugar erigido (Como hemos dicho) encima de la tumba del apóstol pedro y marcado este lugar con el baldaquino de San Pedro obra del italiano Gian Lorenzo Bernini, configurando el altar de la misma.

Esta Basílica, es, junto con la Catedral de Roma (San Juan de Letrán), San Pablo Extramuros y Santa María La Mayor, una de las cinco basílicas mayores, las de más alto rango de la Iglesia Católica, las cuales gozan también de extraterritorialidad, al igual que el Palacio del Vicariato, el de los Prolipeos, el del Santo Oficio, Propaganda Fide, el Palacio de la Cancillería, el Seminario Romano menor, el Palacio Pio, el de San Calixto y el Palacio de los Controvertidos, así como todas las nunciaturas apostólicas que tiene repartidas a lo largo del mundo y algunas propiedades que gozan de tal régimen.

EL GOBIERNO DE LA IGLESIA CATÓLICA

La forma de Gobierno es monarquía absoluta y electiva basada en una teocracia, no existiendo el libre mercado, motivo por el que está excluido de la Unión Europea, sin embargo, al ser tan pequeño y estar rodeado por un país de la UE tiene una serie de acuerdos que le permiten estar en la eurozona, teniendo una frontera abierta con la UE y la firme intención de unirse al acuerdo del sistema Schengen.

El Santo Padre es el soberano del Estado, elegido por el Cónclave, este se produce tras la muerte de un Papa o renuncia y está compuesto por el Colegio Cardenalicio. Éste también celebra Consistorios, donde ordena nuevos Cardenales. Parte del Colegio Cardenalicio es el Camarlengo, el cual es el tesorero de dicho organismo.

El Papa, además de la máxima autoridad de la Iglesia Católica es la máxima autoridad en la Santa Sede, pero delega su autoridad ejecutiva a la Comisión Pontificia para el Estado de la Ciudad del Vaticano (Palacio del Gobernatorato), donde un presidente nombrado en periodos de cinco años consulta con el Secretario de Estado, todos los asuntos importantes. A mayores la organización del estado se divide en varias direcciones (dicasterios), que se encargan, por ejemplo, (de la emisión de matrículas CV: para vehículos de habitantes, SCV; para vehículos del Gobierno, servicios de protección, como bomberos, Gendarmería Vaticana, servicios sanitarios, como el Fondo de Asistencia Sanitaria, etc..) … Todo esto es denominado Curia Romana.

Hay que hacer una diferenciación formal entre Santa Sede (Autoridad Soberana reconocida por las Naciones Unidas sobre la cual recae Gobierno de la Iglesia Católica cuya autoridad más grande es el Papa, sucesor de Pedro el apóstol, vicario de Cristo en la Tierra), y Ciudad del Vaticano, el cual engloba únicamente al territorio sobre el cual vierte sus competencias la Santa Sede.

EL PODER DE LA IGLESIA COMO ORGANISMO PROMOTOR DE LA PAZ Y LA LUCHA CONTRA LAS DESIGUALDADES

Tanto la Santa Sede como la Orden de Malta, de la que hemos hablado en este artículo anteriormente, y que actualmente desempeña un importantísimo papel en la ayuda a los más necesitados y en asistencia de primeros auxilios en distintas partes del mundo, teniendo una labor fundamental allí donde se encuentran los más necesitados, son entidades soberanas que se configuran como observadores permanentes en Naciones Unidas creando una posición privilegiada para influir en el establecimiento de políticas para promover la paz, solidaridad y acceso a las mismas condiciones a nivel internacional.

Esto todo se traduce en reuniones que el Papa, como Jefe de un Estado Soberano, puede mantener con otros Jefes de Estado para influir en decisiones conflictivas, donde la vida de los seres humanos corra peligro o en territorios con profundas desigualdades sociales.

En este sentido, el Papa siempre intenta mediar en los conflictos y promueve la concordia ecuménica, habiendo mantenido relaciones con otros líderes espirituales en este sentido.

Por si lo citado no fuera suficiente, la Iglesia Católica se centra, mediante multitud de misiones 1/3 de sus miembros, 26.898 instituciones sociales y más de 100.00 instituciones educativas llevan la fe allí donde es necesario contribuyendo enormemente a paliar las desigualdades sociales, tendiendo una mano a los más desfavorecidos y extendiendo la palabra de Dios universalmente.

  1. De la comuna de Amalfi (archidiócesis italiana de la región de Campagnia)

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